Premios: Oscar: 4 nominaciones
El décimo trabajo del maestro Kubrick es la comedia por excelencia de su variopinta carrera. ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú es una incisiva parodia de la guerra fría desde el punto de vista del ejército estadounidense.
La acción se desarrolla en tres lugares distintos.
En la base de la Fuerza Aérea de Burpelson, el General Jack D. Ripper (Sterling Hayden) –un tanto pasado de rosca y obsesionado con que sus fluidos corporales no sean corrompidos por los Rojos- manda un ataque aéreo contra Rusia sin que nadie se lo haya ordenado. Mientras, el oficial Lionel Mandrake (Peter Sellers) intenta que el General ordene la retirada, ya que es el único que puede.
El comandante T. J. Kong (Slim Pickens) y su tripulación avanzan para bombardear Rusia sin que nadie pueda impedírselo, dando así lugar a una de las escenas más memorables de la película: T. J. Kong subido a una bomba agitando su sombrero de cowboy como si cabalgara.
En el pentágono, un sargento anticomunista y el embajador soviético casi llegan a las manos mientras el presidente de los EE.UU. (Peter Sellers) intenta calmar a su colega ruso diciéndole que todo ha sido un accidente en un memorable diálogo que parece más propio de un matrimonio que de dos jefes de Estado en misión diplomática, a la vez que el tarado alemán Dr. Stangelove (Peter Sellers), que no puede evitar que su brazo mecánico haga el saludo nazi constantemente, propone soluciones al futuro holocausto.
T. J. Kong ha perdido el juicio |
Thelma
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